como gritara el buen sinuhé en medio del zócalo frente a Manu Chao: PROXIMA ESTACIÓN ESPERANZA!!!!!


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miércoles, junio 29, 2016

MEXICANOFOBIA

A propósito de ésto: hacia los orígenes de la mexicanofobia
Llevo un año y siete meses viviendo en Guatemala, con un saldo variable que no puedo calificar de exitoso o malo; tengo ahora una hija guatemalteca que abre sus pequeños ojitos azules y me mira espantada, lo que quiere decir que mi relación con este país es de por vida, en alguna medida. 
Es evidente la animadversión que genera México en Guatemala, no es sólo un tópico más o una rivalidad deportiva, al tiempo que va más allá de los comentarios de David Failtelson que refleja su calidad periodística al olvidar que en su oficio la forma también es mensaje. 

La "mexicanofobia" tiene su origen en dos puntos clave, nos parecemos demasiado como para generar empatías. En otras palabras, nos parecemos lo suficiente a nivel social como para vernos reflejados en el otro y tenemos diferencias de moralidad y percepción que encienden susceptibilidades, como cerillos con gasolina.  

Similitudes: una sociedad polarizada, desigualdad social y económica, una población indígena que a pesar de ser exaltada como un valor nacional en los libros de texto es muchas veces ignorada, un historial de gobernabilidad cuestionable y/o corrupta, además de vivir al vaivén de las crisis económicas. El guatemalteco ve en México esa sociedad altamente corrupta que a pesar de producirle escozor es más familiar de lo que le gustaría admitir. 

Diferencias: hay una diferencia clave en la autoconcepción de ambos países, México se mira a sí mismo como un proyecto triunfador truncado, está en busca de reconocimiento internacional que en ocasiones obtiene, pero sobretodo, el mexicano se piensa a sí mismo como alguien "chingón". Nos han inculcado en la escuela que vivimos en un país que tendría que ocupar otro lugar en el panorama mundial, porque tiene los recursos y los tamaños, pero que no lo ha logrado por culpa de alguien más. Por otro lado la autopercepción del guatemalteco es distinta, suelen percibirse pequeños y de algún modo siempre desde un terreno de desventaja, el orgullo como motor de éxitos personales a pesar de un escenario desfavorable. 

Cuando pensamos en los éxitos de algún personaje de la vida pública o deportiva vemos este comportamiento, mientras el mexicano adopta el éxito como propio y lo grita a los cuatro vientos, el guatemalteco no lo hace suyo, por el contrario hace hincapié en el logro particular "a pesar de ser chapín"("ve Barrondo, ganó cuando nadie lo apoyó y lo hizo todo él sólo" vs "México volvió a ganar un Oscar"). 

Por último hay un tema moral que no pasa desapercibido, frente a una sociedad altamente colectiva y conservadora como la guatemalteca, se presenta una sociedad mexicana diversificada, más por una cuestión de dimensiones que por una apertura de mente. México acaba siendo ese primo promiscuo y drogadicto que tu mamá no quiere que visites, pero que en el fondo te atrae... y eso sigue molestando a las buenas consciencias chapinas.