como gritara el buen sinuhé en medio del zócalo frente a Manu Chao: PROXIMA ESTACIÓN ESPERANZA!!!!!


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martes, diciembre 15, 2009

IMÁGENES QUE VIENEN EN CAMINO

Partí de nuevo, la condición de trotamundos que había dejado de lado el primer semestre de este año se recuperó. Durante el segundo semestre se le ha dado con ganas a eso de los billetes intercambiables, a los pájaros de latón y sellos en el pasaporte. Pasé por Brasil por tercera ocasión, perfeccionando la lengua que a veces ya no sabe que habla y sólo se dedica a inventar palabras que se puedan medio entender - medio traducir al idioma local. Retomé el papel de jubiloso y jóven ejecutivo que poco a poco se va volviendo viejo y se parece un poco más al resto de invitados de la mesa de decisiones. Regresé a la bahía de Acapulco después de quince años, para planear y brindar para que lo que se venga tenga mejor cara en los términos laborales.
Pero algo cambió con el último destino del año. Desde que Itzel me puso el mote de trotamundos, y desde que me dedico a sellar mis pasaportes y a perderme como anónimo en ciudades que desconozco, no había tenido aun un destino que lo cambiara todo. Quién lo iba a decir, pero el vecino del norte al cual siempre desdeño como un destino atractivo le puso ese toque, ese que lo cambia todo.
Chicago, la del incendio de titulares, mafia y musical, con su frío que entume los huesos y corredores de viento, me regaló un gran momento Kodak, para enmarcar y no tener olvidado.
Por primera vez no viaje sólo, sus ojos grandes y preciosos me toparon saliendo de un elevador y se me saltó el corazón. Se siente como cuando en las películas paran todo y comienza a avanzar en cámara lenta, así la . La primera reacción fue como siempre en esos casos y en mi caso en particular, de torpeza al no saber si abrazarla, besarla o simplemente quedarme ahí viendola con su bufanda parada frente al elevador.
Así transcurrieron los días entre el laburo y la emoción que acompañaba largos recorridos por las calles pasados por nieve, y guantes que aunque delgados nos permitian tomarnos de la mano, para saber siempre que estamos a un lado del otro.
Cenas, pláticas y un río siempre encargado de helar besos... de todo hay imágenes, como postales de lo que voy sintiendo como pasan los meses, desde que un día en un bar de Sao Paulo me di cuenta que quería pasar el resto de mi vida con ella.
De todo esto hay imágenes y hoy me dijeron que vienen en camino, desde el mismo destino que me permitió sentir esto, desde la misma ciudad que sopla la nieve.

Sona ara: Basta de llamarme así - Los Fabulosos Cadillacs