LA TRISTEZA CHILANGA
Nací en esta ciudad, algunos ayeres atrás descubría el mundo desde el Centro Médico, epicentro de la medicina y atención ciudadana de esta urbe de concreto que no de hierro. Nací en ella y la quiero, como una relación desgastada con sus destiempos, angustias y molestias; con arrebato y paciencia de tardes de sol y claxons. La quiero porque me dio una infancia llena de vistas espectaculares desde Chapultepec con sus banderas, siempre sus banderas. Por que mi calle tenía un camellón con palmeras y creía que la playa no estaba tan lejos, porque el sur me acogió durante mi primera migración, y lo hace aun hasta hoy con sus tardes tranquilas de domingo con tamales calientes sobre la mesa.
La quiero porque me mostró su noche y sus lugares, porque se convierte en cómplice de mis desvelos y los viste con botellas de cerveza y amigos; la quiero quizá porque a fuerza de vivirla te enamora, un amor tormentoso lleno de reclamos pero sin omisiones de cariño. La quiero porque la he añorado, porque es grande, torpe y tierna, porque es inmensa e imponente, porque jamás estará nadie indiferente, porque se ve grandiosa desde el aire.
Nací en esta ciudad y la quiero… la quiero de regreso.
*Al señor Dehesa se le ocurrió primero
2 Intrusos
Que buen post....yo tmabien quiero a esta ciudad de vuelta, y eso que apenasla estoy conociendo...pero es que es tan maravillosa..
3:37 p.m.
sólo admite ese estilo de amor de "pégame pero no me dejes"... y aún sabiendolo, es tan difícil querer salir... a veces la extraño. No demasiado.
4:57 p.m.
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