SIEMPRE FUIMOS DECADENTES

Tres con doce de la tarde nublada de un sábado en la Ciudad de México, locación: mi oficina. Mientras por las bocinas de esta mierda de computadora suena Calamaro con Juanjo Domínguez que emulan a Gardel, el silencio se adueña de todo el resto, no sé si es que siempre fuí tan decadente como ahora me observo.

Doce con diez de un viernes de quincena en Coyoacán, una cerveza más por favor, y revisamos los centavos que escacean. De pronto mientras de fondo suena Luis Miguel en una de sus peores versiones boleristas, me observo con saco, camisa y pantalón... un Gutierritos cualquiera, de verdad siempre fuí tan decadente?

Nueve de la noche acalorada, de un común día oficinístico. Completamente todo ha salido mal te reservas quince últimos minutos para revisar el correo, con la esperanza de encontrar algo simpático o con la más mínima pizca de humor o coordialidad virtual, pero encuentras esto: "...está la situación de saber que te perdí, es difícil pensar que el amor de tu vida se fue, que la persona que es tan parecida a tí se ha ido..." y te quita la sonrisa, el sueño y te manda a casa a pensar las cosas. A estas alturas... pudo ser más decadente?.

Suena: No me nombres - Andres Calamaro & Javier Calamaro
Nota: la vida es una carcel con las puertas abiertas