como gritara el buen sinuhé en medio del zócalo frente a Manu Chao: PROXIMA ESTACIÓN ESPERANZA!!!!!


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martes, julio 30, 2013

REFERENCIA A POST RETARDADO GUARDADO EN LA GAVETA

Me gusta sorprenderme cuando amanezco y el sol me da en los ojos; gimoteo un poco y veo tus piernas que parecen más largas de lo que realmentes son, aun estás dormida. Ese pequeño momento en el que te puedo ver así sin envolturas o palabras, ese momento donde se puede nadar en el silencio, ese momento que se convierte en recompensa de una semana laboreosa y complicada.

A veces pienso que tardaste en llegar, que estabas resguardando algo importante; pero llegaste y lo demás no importa. Llegaste con lluvia, como las jacarandas que llegan a la ciudad y la hacen más linda.

Ahora te voy a hablar de vos, porque a veces lo extrañas, vos que me mataste cuando te ví porque estabas ahí cuando nos encontramos, vos que me abrazás antes de dormir, vos que me acompañás por los adoquines, vos que tenés esa forma tan particular de hacerme reir, vos que reis conmigo.

Vos que construyes futuros conmigo, vos que sos mi compañera; a vos te doy las gracias, a vos te pienso, a vos te quiero.

Vos cumplís más tiempo aquí, acompañándome haciendo los días mejores. Seguís abriendo los ojos cuando me mirás. Ahora sos más grande y crecés poco a poco, como pasa cuando te pienso y en mi vida te volvés más grande.

Sona ara: estática


viernes, julio 26, 2013

PRONOSTICOS DEPORTIVOS, MI ABUELO Y LAS CHIVAS

Todos los viernes visitaba a mis abuelos, eran días buenos, no solo llenos de mi comida favorita y apapachos, siempre eran días de aprendizaje. 
Mi abuelo era un tipo duro, huerfano, se hizo digamos que a la mano de Dios. No creció con sus padres y lo echaron del internado a los 18 años, pues ya no lo podían tener ahí. A pesar de no tener los mejores referentes de su pasado, él se sentía orgulloso de algo en particular: había nacido en Guadalajara. Quería mucho a esa tierra, siempre he pensado que era una forma de querer a una famila que no tuvo.
Tenía una sabia forma de enseñarte las cosas, normalmente precedidas de dichos contundentes y pesados como un piano; todos ellos incombatibles y rotundos. Contrario a la imagen que uno puede tener de los abuelos, los consejos de mío no iban en camino a ser una buena persona, iban más bien en camino a no ser pendejo. 
Sabias frases que a medida que iba creciendo se hacian precisas en la vida real, de ellas me acuerdo de: "tus únicos amigos son tus centavos, esos no te dejan tirado en ningún lado", "hay que salir a la calle, aunque sea para que le den a uno unos cabronazos y le quiten lo pendejo" y "si no puedes dormir, párate temprano, vete a la Merced a cargar costales y vas a ver como al final del día duermes bien", entre otros.
Una tarde de viernes como muchas otras, mi hermano y yo acompañamos a mi abuelo a jugar pronósticos deportivos, siempre fue un aficionado a las apuestas. Nos compraba un Progol pa' mí y otro a mi hermano, ese día en particular yo estuve a punto de apostar en contra del Guadalajara, mi argumento racional y estadístico era que no estaban en un muy buen momento y se enfrentaban en contra de el líder del torneo. Mi abuelo, sabio como siempre, me detuvo y me dijo la siguiente frase: "Mijo' uno nunca apuesta en contra de su equipo, es como apostar en contra de tu familia.
Rompí mi papeleta de apuesta y llené una nueva, esta vez aposté por el Guadalajara y lo he seguido haciendo desde entonces.  
Cuando la gente me pregunta por qué le voy al Guadalajara, mi respuesta es muy sencilla, no tiene que ver con los argumentos gastados del "sólo juega con mexicanos", no tiene que ver tampoco con sus campeonatos, con la añoranza de victorias pasadas, con la emoción que sentí en el estomago la primera vez que fui al estadio Jalisco por cuenta propia, no tiene nada que ver con eso, la respuesta es: "porque de equipo y de familia no se cambia nunca simplemente te toca".
Así han pasado los años, he crecido en una familia donde absolutamente todos son del Guadalajara y espero, corrijo, mis hijos lo serán tambien. 
Las tradiciones sirven para algo, para recordarnos que somos humanos quizá.