EL SOPOR DE LOS BUENOS AIRES

al calor de una tarde

El sopor de una tarde calurosa de Buenos Aires nos ha pegado, nos dedicamos a contemplar el tiempo o sus esperas en esta ciudad, ya la caminamos, la vivimos o la esperamos. La música ha vuelto a sonar en nuestros aparatos, y con esto se a presentado la nostalgia o la tristeza que acompaña a esta ciudad, a esta ciudad con sus palomas, sus revanchas y su tiempo que sucede lento.
Buenos Aires es lento, una lentitud conveniente de que estamos esperando el futuro que no llega a latinoamerica, somos los mismos. Aquí nos hemos descubierto de pronto tal cual somos, con nuestras molestias, nuestras palabras, gestos y costumbres. Aquí descubrimos las "costumbres argentinas de las que habla Calamaro". Aquí el tiempo pasa y seguimos ... viajando juntos, descubriendo que quizá nuestras realidades no son tan distintas.