UN BUEN TIPO

Se fue un buen tipo, filántropo y rey de los crustaceos; se fue porque las cosas le sonrieron y algo lo llamó al sur, se fue tranquilo según me dicen, sin muchas explicaciones pero con un corazón grande como las cordilleras. Yo lo conocí de forma rara, sin muchas palabras en una plaza lejana y en un lugar distinto. Después el destino pareció ponernos juntos a unos cuantos y hemos recorrido parte del camino juntos, de él recuerdo su bufanda soviet, una gran borrachera fuera nuestra casa del sureste donde arreglamos nuestras vidas, el deseo compartido de que el futuro tiene que ser grande para ambos, el dolor tan increible, las cosas o sonidos orientales, sus momentos Fuji y pequeños momentos cotideanos que nos hacen más cercanos.
Él es un ombre de muchos silencios, de comentarios acertados y de abrazos prolongados llenos de una sinceridad que pocos tienen. Llegó al final al lugar correcto, lento y pausado tomará su ritmo, se tomará el tiempo para escribirle a las estrellas o a las noches de Santiago. Llego al hogar de Neruda, justo en el medio del mar y las montañas será el dueño y rey de las morsas, sólo espero que en medio de una escudo se acuerde de nosotros tal y como nosotros nos acordamos de él. Este ejercicio habitual de las despedidas me está costando, y esta ves un poco más, porque se nos fue un buen tipo.