TRES VECES TRES
y otras historias del Lobo López...
Comenzó la fiebre de los estivales días donde todo funciona y gira alrrededor de un balón. La gambetea, la esconde y acaricia la consentida como mimando a un niño, es esa preciosidad de toque la que nos hace felices. Durante un mes todo es futbol, se desayuna y come con algún partido, para al final del día cenar con el tema de sobremesa.
Llega el día esperado, nos levantamos espectantes después de una noche entre amigos que despiden al Lobo López fiel confidente de la redonda. Algo desangelados o crudos observan la batalla de los de la corona de orange frente a ese país que existió y que ahora solo vive en una camiseta de fútbol.
Después, todo es distinto, el deporte más hermoso del mundo se encuentra con los siempre ratones, los siempre verdes, los del ya merito y el corazón en la mano. Los que fallan penales llenos de impotencia, los que se van o se quedan, los que juegan con el corazón a falta de talento, los que están llenos de fe. De su rival poco se sabe, más allá de un polémico programa nuclear, de las bombas, los desiertos y los veinte segundos diarios del noticiero.
Al final mucho corazón nuevamente, tres pinceladas que ahogan los gritos del profesor hasta dejarlo sin voz, las quejas del Lobo que lo traiciona el subconciente y en el fondo tiene su corazoncito pintado del color del nopal, la mierada tiesa de unos y el gol que me perdí por que la naturaleza a veces no copera.
Tres veces, y tres sueños que no se me olvidan, tres abrazos que despiden al viajero, tres años y uno más para que por un mes... gire el balón y seamos felices, como el Lobo López y su billete de abordar.
0 Intrusos
Publicar un comentario
<< Home