La música sirve para deshacer los estragos de las nostalgias, las tristezas y los buenos ratos. No me olvido, puedo descansar en cualquier rincón con las manos metidas en los bolsillos, pero si los cascos están bien puestos, será momento para desconectarme del afuera, lugar colapsado en el que se come y se vive, pero aquí adentro, los cocodrilos no muerden, sólo se dejan llevar por las notas, para así pagar lo que se nos perdió en el pasado.
Sacar las cosas ahora en forma de post, es complicado, porque hay muchos actores - lectores, porque a veces las letras dejan vacíos que se pueden llenar de malentendidos o de algo más. Algún día lo entenderás, como dicen los padres, sigue sonando a frase de naftalina y de sudor amargo de ron, pero a veces está lleno de verdad. Yo estaba muy pirado y tú muy a la altura, de algo que se quedó en el baño de un bar, el escenario de la reina madre de las desgracias.
El piano de Fito suena de fondo, y esta es otra noche más que no lleva más estrellas, hoy sólo me apeteció poner algo por el gusto de hacerlo, de hacer memoria y de convidar un poco a la vida, de esto que llena los silencios de una morada vacía.
Para el Igor, cronista y multilinguista del tiempo que le tocó vivir, gracias por la postal que llegó tardía pero con emoción.