PRIMAVERA GUATÓN
21.o4.o9
Viejos, guatones y borrachos; esa podría ser la descripción perfecta de mis amigos. Lo de viejos claro, es siempre visto a través de la pequeña ventana que nos da la perspectiva de años anteriores; el resto es pura verdad.
En las últimas semanas he recobrado un poco de mi cotidianidad, dejando a un lado el laburo, que no es que se haya ido del todo, es cosa de ponerle más atención a una cosa o a la otra.
Los horarios siguen siendo matadores, pero le damos más relevancia a los días de fiesta y las horas que no llevan ordenador o presupuestos.
Es raro, si le siguiéramos a la tendencia de los últimos años, estas últimas semanas debía de haberme sentido como el orto, enjaulado en casa y con tragos de buró, pero no. Por el contrario me siento feliz, y la verdad hace un rato que no me sentía así, un “feliz” sencillito y sin muchas complicaciones o explicaciones.
Primero me fui de vacaciones con mis compadres, dos tipos a los que quiero un huevo y con los que últimamente nos encontramos en la complicidad de vivir el rato que nos presta el trabajo. Le tomamos un día prestado a la oficina y nos fuimos a la playa a hacer nada, simplemente ver como sube y baja el mar. Hueva acompañada de chelitas, cigarros y comida, sólo para hacer la hueva más placentera.
Luego fui a ver a mis fantasmas de la primaria, los del “A”, los de siempre y antes. Encuentros emocionantes con el pasado, gente que contraria a la que me rodea actualmente, piensa que soy un tipo feliz y alivianado. La sonrisa no se me quitó toda la noche, me reí mucho, muchas fotos, abrazos y besos al por mayor. Amigas más guapas que antes, y gordos compadres que suenan más cagados que antes, quizá ayudados de unos tragos de más o de menos. Reconciliación con el pasado, que a decir verdad siempre fue amable.
Nota: regresó Marianita para hacer más amenas las mañanas
Primavera nueva que se disfruta si se le da cuerda.
Sona ara: Ratascan – Cabo San Roque