VAN DIEMEN'S LAND

Lousiana y un frío extraño sirvieron de escenario para fiestas navideñas de tradiciones ajenas, llevan pavo y jarabe de fresa. Navidad de 1997, los suburbios de Nueva Orleans hacen que todo parezca un escenario de televisión, esa tranquilidad yankee y clasemediera que se respira, es lo más cercano a los Años Maravillosos y el sentimiento de alienación es algo que se puede disfrutar junto al frío.

Pasaron los días sin mayores altibajos más allá de saberte siempre ajeno, dormía en una pequeña casa blanca que temblaba cuando el tren pasaba cerca. Muchos ratos de ocio y una adolescencia aun joven hacían que me perdiera en los detalles, me entretenía buscando las estaciones de jazz por la radio, lanzando pases con mi hermano o simplemente viendo la calle.

Como todo viaje y todo escenario, éste tuvo en particular su soundtrack especial. Un grupo de irlandeses fueron la constante durante ese viaje, alquilamos el video de Rattle and Hum de U2 y pasamos una noche sentados en la alfombra mientras veíamos su particular recorrido por aquella Unión Americana post Reagan, post Seattle, post todo. Un país dormido en su propia complacencia y bonanza, cobraba sentido en la pantalla por los ojos de un grupo irlandés, pero sobretodo por su música que parecía adornar las festividades con gran precisión.

Aquella fue una navidad extraña, con muchos detalles familiares de alto impacto y con pocos impactos personales que recuerde. Le guardo especial cariño a ese lugar, el lado B de los gringos, el lugar donde me podía sentar con mi hermano a ver los coches pasar sobre una loma, como Bono y sus muchachos mientras suena Van Diemen’s Land.

Sona ara: Van Diemen's Land - U2