BO-NITA

Sábado de tranquilidad casera, tranquilidad de hogar, paletas de media tarde y tintorerías con cielo nublado que llevan hasta Barcelona (que celebra campeonatos sin bajarse del autocar). Tarde con fútbol y los universitarios que hacen de su pase un dramático festín de goles de último minuto, últimamente muy socorridos. Películas de chicos americanos perturbados e ignorantes, hacen que no tenga que pensar mucho.

Por último llega la noche tranquilita como el resto del día, Natalia Lafourcade toca con sonido melancólico y le pone musica al rato. Me gusta su voz y su estilacho, me gusta ella pero no deja de ser freaky y ya entendimos que eso no nos va.

Pero bueno, me hace sonreir cuando dice que "ella es bo-nita".

   
                                   

EL PARTIDO MÁS LINDO

Copa del Rey, la segundona que no conlleva mucho glamour, ni está cobijada con un himno de ópera como la Champions, reservada sólo para los grandes del mejor fútbol del mundo.

El encanto de la Copa del Rey es local sin lugar a dudas, un torneo donde el Gramanet puede llegar a la final contra clásicos como el Madrid o el Sevilla tiene un ingrediente especial. David y Goliat en su versión de 90 minutos sobre el césped.

Este año a diferencia de los más recientes, la final recibió a dos de sus exponentes más añejos, y sin duda a los que le han puesto más sabor a esta copa. El Athletic Club y el Barça con el viejo Mestalla valenciano pusieron el marco para una gran fiesta.

Las celebraciones previas anunciaban un encuentro distinto a los demás, el paso perfecto de un Barcelona imponente que emula y quizá supera al Dream Team de Cruyff y el regreso a una final del Atheltic después de una impresionante remontada frente al Sevilla que le daba ilusión a toda una ciudad, y porque no decirlo, a todo un país (el Vasco).

Durante todo el día las aficiones convocadas en Mestalla se abrazaban por las calles al grito de ¡Visca Euskadi i Gora Catalunya! Ellos vinieron a festejar y dejar que el fútbol se disfrutara como debe de ser. Dentro del estadio el marco no podía ser más especial, una cabecera vestida de rojiblanco no sólo gritaba, sino rugía el orgullo vasco como los leones que son. El Athletic, con un equipo que tiene que estar orgulloso por tener esa afición y una afición que debe de sentirse orgullosa por tener el equipo que tiene.

Del otro lado la afición culé acostumbrada a los títulos y las marquesinas, entonan el Cant del Barça con el orgullo y desplante que hace del carácter catalán único. Resonando aquello que reza que “Tot el camp es un clam…” por el campo de la ciudad del Turia, se ve como se animan los de Canaletes mientras veían como once jugadores hacen que el fútbol se convierta en arte de vectores sobre el campo.

Fue un partido emocionante, movido, bien jugado y sentimental. Al final la copa va para las marquesinas del más fuerte, la plaza de Catalunya explota y el estadio se rinde al Atheltic, por el sólo mérito de hacer que once de casa le paren frente al mejor equipo del mundo.

Quizá la esta copa no brinda glamour o se convierta en estadística más, pero por mucho tiempo lo voy a recordar, como uno de los partidos más lindos que he visto.

Sona ara: Sunny – Bobby Hebb

BLUE JEAN LADY

En medio de la puta histeria colectiva que ha traido la enfermedad ésta, busco mis pequeños oasis de evasión de la realidad. Hace a penas dos días, después de un día laboral por demás raro, llegué a casa. Los placeres que normalmente adornan mi pequeña cobacha (silencio y austeridad) se convirtieron en cómplices del paranoico contenido mediático. De pronto me sentí con fiebre (ignorando el pequeño detalle de que es primavera y hacía un calor de mierda), pequeñas puntadas en la cabeza más bien dirigidas por las noticias alarmantes... y el pequeño pensamiento de: YA ME LLEVO LA CHINGADA!!!

Entonces en medio de esas artes de la histeria colectiva, la primera acción contundente fue: cámbiale de canal y ponle a Rambo. Al cabo de quince minutos todos mis pseudo síntomas habían desaparecido. Ahora esa es la regla mandatoria, si te pones intenso busca el contenido que te diga lo contrario.

De esos contenidos preciosos y precisos para lidiar con esta madre, justo ahora me estoy echando Almost Famous, el pasaje donde están en Topeka y Russell se va a tomar unos cuantos ácidos para después lanzarse del techo de una casa diciendo: "I'm a golden God" (gran frase como últimas palabras).

Muy buena película, con excelente soundtrack, definitivamente una de mis favoritas. Así que si no logro sobrevivir a esta pandemia y logran leer esto pueden decirle a la Rolling Stone que mis últimas palabras fueron: "Soy un Dios dorado de puta madre"...

Sona ara: Tiny Dancer - Elton John

Una de las mejores citas de guión (super forever) I have to go home... You are home!