MI CUMPLEAÑOS
OHHH sí, se acerca peligrosamente la fecha, ya se viene, se viene tito a la cancha (lease esto con acento de cronista de futbol argentino). En fin, esta fecha es peculiar, por lo menos para mí lo es. Y no tanto por la obviedad de que es mi onomástico, sino que suelen suceder curiosidades. He pasado por cumpleaños en un hospital internado y a punto de que me abran el estómago, los he pasado solo en casa, estudiando para un examen que a la postre reprobé, en la playa, en un centro comercial de Houston sólo mientras mi familia era presa de algo parecido a la gripe aviar y múltiples etcéteras. Este año, le temo de nuevo, siempre he temido hacer una fiesta y que nadie vaya, por eso no las hago. Temo que se convierta en un desastre o en un drama; pero ha de pasar. Algo me han adelantado y es innovador, resulta que este año trabajaré ese día, en un inesperado cierre de actividades, haré una investigación más para la agencia donde solía trabajar, antes de meterme a esto de las camaritas y micrófonos. De este modo las celebraciones, se adelantan para el día sábado, digamos que recibiré (o al menos eso espero) con vosotros y unos alcoholes la llegada de -M-í día especial en el año.
Estamos entre dos opciones, la primera se encuentra en Coyoacán, no pregunten porque, simlemente porque es sureño y a mí me queda a modo, además no suelo salir mucho así que no soy precisamente la guía roji de la vida nocturna de la ciudad. La segunda opción para todos vosotros que no les piace la idea de venir al sur, o que ya dicen chole con Coyoacán es que propongan algo, yo soy materia dispuesta.
Este creo será un buen cumpleaños, así me lo han dicho los astros, pero tienen que ir gossos. Cuando era yo un mozalbete creía que a los 24 uno ya tenía que estar casado, hoy sólo puedo decir algo al respecto: JUAR JUAR. Celebremos la soltería, el desenfreno, la fortuna laboral (aunque no crean la agradezco) , los compadres, las comadres (oooobviamente), las añoranzas, los alcoholes que ha procesado nuestro hígado, los viajes, y recuerden que es un pretexto más.
Así que se reciben sugerencias a este blog, también a mi correo electrónico, al shout box, o a mi celular. Si se empeñan en hacer de esta una celebración miserable, miserables serán sus vidas, yo personalmente me encargaré de ello.
Se despide de vosotros, el capitan pelusa (o licenciado Zavalza) como prefieran.
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