En efecto la cuenta regresiva de las hojitas que caen en el calendario ha empezado, faltan exactamente diez días para que agarre mis chivas y me lance a tratar de recobrar algunas cosas pendientes que tengo con cierta ciudad y ciertas personas.
De verdad no sé que tanto quiero que esas hojitas caigan de forma rápida o con paso aletargado, y esto porque hasta un día antes de partir tengo muuuuucho trabajo, y con muuuuuucho trabajo me refiero a un grado de presión no muy agradable, a salidas de la oficina a las once de la noche, a tener que aguantar a una señora histérica y ver como prepara su mudanza, a lidiar con alemanes, periodistas, invitaciones, a ponerme nuevamente saco, corbata y pantalón, a trabajar en medio de la incertidumbre.
Y la gente, no toda pero si alguna, tiene el lindísimo detalle de echarme frases ganadoras como:
"aldo, no todo en esta vida son viajes"
"¿y tienes suficiente dinero para todo?"
"en lugar de andar viajando te deberías conseguir una novia"
"¿y después del viaje qué?"
"¿y el trabajo...?"
"¿por qué no ahorras para otra cosa más productiva"
"que bonito que celebras el desempleo"
Y sí, me incomodan dichos comentarios, me llenan de una incertidumbre de esas de "no gracias, pero para eso no tengo muchas respuestas", yo nomás sé que me quería ir y me voy.
Pero en fin, luego me pongo mis audífonos, escucho a -M- y vuelvo a estar en el autobus con destino a Lisboa, escucho a Travis y vuelvo a estar fumando en las estaciones de tren, escucho a Muchachito Bombo Infierno y veo al Chun sonriendo con su cerveza en la mano... y todas esas respuestas aparecen.
1O días y contando... mejor que caigan rápido