como gritara el buen sinuhé en medio del zócalo frente a Manu Chao: PROXIMA ESTACIÓN ESPERANZA!!!!!


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miércoles, agosto 27, 2008

VOMITANDO

No he estado del mejor humor útlimamente, un poco menos accesible, un poco más callado o algo más ido. Salir de una relación es como emborracharte demasiado, más aun cuando bebes de más o cuando quieres demás.

Estar con alguién con quien las cosas son confusas o no funcionan, es ir bebiendo. De pronto se te olvida cuantas llevas, olvidas que debes de manejar de vuelta a casa, o quizá que debes de conservar algo de cordura. Y cuando bebes esa cerveza, que sabes que no debes de beber si no quieres perder, ya no hay vuelta atrás.

Por el momento la borrachera llegó a su punto donde es demasiado, donde ya no entra más alcohol por la garganta y simplemente tienes que sacarlo del cuerpo. Vomitar se convierte en la única solución, sacar la porquería que traes dentro y dejar de padecer. Es un proceso bastante desagradable y asqueroso, pero aliviana la vida. Vomitar las relaciones es bastante parecido, mucho ácido gástrico y poco placer. El día siguiente es ahora, no quiero ni siquiera ver una cerveza, no la quiero cerca, no quiero olerla y su sabor es algo pastoso que deja un mal sabor de boca...

Pero afortunadamente, el próximo fin de semana volverá a tentarme una cerveza más. Sólo que cambiaremos de bar.

Sona ara: Canceled Check - Beck

1 Intrusos

Blogger Morocha pensó

El amor. Cosa compleja si la hay. Cosa difícil. Maravilloso y cruel, tierno y caníbal.
Lo bueno de las borracheras es que más allá de una tremenda resaca que te puede llegar a durar, como he constatado a medida que los años se amontonan, dos díass, no pasa. A lo sumo consecuencias, pero en el momento que empezaste a empinar de alguna manera ya sabías y es algo con lo que estás dispuesto a vivir, y hasta divertirte,
El amor, deja tanto más. Y tan mezclado. Y esa náusea que durará siempre más —bastante!— que dos días, por suerte, la negación a la cerveza dura poco. Después, uno descubre que hay marcas... qué lo parió que imbuidos estamos en esto del oficio que hasta se vuelve metáfora de la vida real...
Abrazo grande grande mi queridísmo Howard, que la fuerza lo acompañe.

11:59 a.m.

 

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